domingo, 9 de septiembre de 2012

Capítulo 12 ~Cuando todo se tuerce~

Bueno chicas que os puedo decir....  aquí viene un cap con un poco de drama!! ;o; Ainsh.... que penita me ha dado ;__; estar mala me ha afectado.... y la música depre también....
Pero bueno, ahora algo que seguro os interesa....¡El siguiente cap será MUY HOT! Ya me entendeis... ¬//////¬ ... por el camino que lleva, me parece que solo lo podré poner aquí xD

En fin, aquí os dejo el cap >/////< que lo disfruten!!! *-*

--------

Me quedé paralizado al oír aquel maullido lastimado que provenía algún lugar de la calle. No era capaz de indicar de donde venía, la lluvia cada vez era más fuerte, como si no quisiese que lo encontrase. Pero, nada iba a detenerme. Unas meras gotas de agua no iban a impedirme que ayudara a aquel pequeño ser que gritaba por ayuda desesperadamente, aferrándose a la vida hasta el último momento.

Di varias vueltas por el lugar, sin demasiado éxito. ¿Cómo lo iba a tener si el sonido procedía de unos contenedores? Jamás lo hubiese pensado y mucho menos que viniese del interior.
Abrí la tapa con dificultad debido al agua que se había acumulado sobre ella y revisé el interior, esperando ver algo. No había nada, al menos exteriormente. Pero, de repente, una de las bolsas se movió. Al principio he de admitir que me dio un poco de temor, pero pronto millones de atrocidades atravesaron mi mente, haciendo que mi miedo fuese por algo muy distinto. Algo que, desgraciadamente, fue cierto.
No podría describir el horror que vi cuando abrí la bolsa, tuve unas ganas de vomitar espantosas. ¿Cómo podía haber gente que hiciese aquellas cosas? No, eso no son personas, son escoria que no merece la existencia y que debería estar muerta.
Tragué saliva varias veces antes de volver a mirar. Aún tenía que sacar a aquella pequeña criatura de esa pila de cadáveres en el que estaba encerrado y que, seguramente, serían sus hermanos, cruelmente asesinados.

Cuando cogí al pequeño minino en mis manos apenas ocupaba medio palmo. Era un recién nacido, tenía los ojos cerrados y el poco pelo que lo cubría manchado de sangre.
Cerré aquel dichoso contenedor y salí corriendo al instituto. Lo primero era calentarlo y darle algo de comer. Como seguía siendo temprano pude moverme por el instituto con libertad sin ser visto. Entré en la sala de delegados y acurruqué al gatito en mi chaquetón para calentarlo.

-¿Nathaniel, estás aquí? – Cerré los ojos con resignación cuando la puerta comenzó a abrirse. Me giré lentamente con el abrigo entre los brazos y me encontré a Melody de frente, que recién acababa de entrar. – Oh dios, Nathaniel, ¿qué te ha pasado? ¿A qué hueles?¿¡Y que es esa sangre!? – su rostro estaba desencajado, estaba nerviosa, sin saber muy bien qué hacer.
-Melody, tranquila, escúchame. La sangre no es mía, estoy perfectamente. – comencé a decir, ya solo me quedaba confiar en ella. Destapé lo que llevaba entre mis brazos, permitiéndole ver a aquella pequeña bola de pelo negra que titiritaba por el frío. – Necesito tu ayuda. Seguramente no tenga ni dos días, si no hago algo morirá.
El rostro de la castaña seguía anonadado, sin decir palabra alguna. Empecé a temerme lo peor, pero quise esperar. Tenía cierta esperanza en ella.

-¿De dónde ha salido? – preguntó con un nudo en la garganta.
-Estaba en una bolsa de basura en los contenedores de ahí al lado. El resto estaban muertos. Solo sobrevivió este. – volví a cubrirlo con el abrigo. Miré a Melody a los ojos, esperando algún tipo de resolución por su parte. Finalmente su rostro se relajó, respiró hondo y me devolvió la mirada con una de sus habituales sonrisas.
-¿Qué puedo hacer? – una ola de alegría me inundó el cuerpo cuando escuché aquellas palabras. No podría hacerlo solo.
-Si no es mucha molestia, necesito que vayas a la tienda de animales que está en la calle paralela a la escuela. Los gatos a esta edad no pueden tomar leche cualquiera.

Le di el resto de las instrucciones a Melody, indicándole que necesitaba, mientras yo me sentaba junto a la estufa para poder retener la mayor cantidad de calor posible. Al cabo de un rato el gatito parecía que se había dormido, ya que no temblaba y respiraba sin dificultad.
Mi compañera volvió antes de lo que me esperaba; seguramente habría ido corriendo. Tuvimos que entrar en la sala de profesores para calentar la leche, aunque, a aquellas horas, los profesores no estaban por ahí. O al menos eso pensaba yo.
Quién me iba a decir que el profesor Farrés llegaría temprano por primera vez en su vida y que encima, entraría a la sala de profesores porque se había dejado todas sus cosas allí. Nada más entrar cerró la puerta rápidamente tras de sí. Se quedó un rato mirándome. Bueno, más bien mirando lo que tenía entre mis brazos. El profesor se frotó la frente con la mano, algo estresado. No era mala persona, pero aquello lo ponía en un compromiso demasiado peligroso para él. Me pareció lo más correcto contárselo, después de todo, Nacu confiaba mucho en él. Y ella no es alguien que se junte con cualquiera.

-Chicos, os entiendo, pero el gato no puede quedarse aquí. Por hoy lo mantendremos en secreto, pero solo hoy. – intervino Farrés en algún momento de la conversación. – Me gustaría ayudaros más, en serio, pero ni siquiera puedo llevármelo a mi casa. Tengo un perro y no creo que sea buena idea. – me sentí un poco mal al ver a aquel hombre tan excesivamente preocupado. Por un lado sentía lastima por el minino, pero también temía por nosotros.
-No se preocupe. Yo me encargaré de él. Gracias por ayudarnos, de verdad – respondí, dejándolo más tranquilo.
Justo después, fui a cambiarme la ropa y tuve que ponerme el chándal de deporte. Entre Melody y yo nos turnamos para vigilar al gato entre los intercambios. Gracias a eso y a las típicas excusas de “ir a por unos papeles” que solo nosotros nos podíamos permitir, pudimos vigilarlo sin problemas.

Al terminar las clases ambos nos reunimos. Estábamos a punto de entrar en la sala de delegados cuando alguien nos detuvo con un escandaloso grito. Nunca pensé que después del maravilloso tiempo que pasamos juntos tendría tan pocas ganas de ver a Castiel. No me malinterpretéis, pero bastantes líos se busca ya solito como para que yo lo metiese en más.
-¡Hey! Nath, ¿se puede saber dónde te metes? – inquirió el pelirrojo bastante alterado. La presencia de Melody cerca mío no era de su agrado en absoluto.
-He estado ocupado, Castiel. Lo siento - le respondí intentando mostrarme calmado. Pero él, por el contrario, cada vez se veía más irritado, y yo con los nervios desatados en mis adentros.
-¿Te vas a quedar mucho? – Preguntó, dedicándole una mirada de desprecio a Melody - ¿Tanto deseas tenerlo a solas contigo en una habitación? ¿Tan desesp…
-¡CASTIEL! – le interrumpí, tajante – Es suficiente. Iré contigo – me giré un momento hacia mi compañera, que estaba roja de ira y le hice un gesto para que entrase sin mí. Había cosas más importantes de las que ocuparse.


Nos paramos en los pies de las escaleras a hablar, puesto que el “señorito” no quería estar cerca del pasillo ni de las aulas. Ciertamente no entendía porque estaba tan enfadado, no podía ser tan celoso, ¿no?
-¿Qué cojones te pasa esta mañana? Te he buscado mil veces y parece que te esfumas. Parecía Nacu y a Sunset, yendo de un lado para otro sin encontrar a nadie. – comenzó a decir mientras me estudiaba con la mirada.
-Hoy ha sido un día ajetreado – me senté en los escalones, dejando caer mi cabeza sobre la barandilla. Aún tenía que pensar qué hacer con el gato.
-Oye, Nath – Castiel se sentó junto a mí, acercando sus labios a mi oído. - ¿Qué te ocurre?
Su voz era un agradable susurro en mi oído, una sinfonía que me hacía recordar aquellos momentos en los que estábamos juntos, solos, sin nadie que nos molestase. Sin problemas por los que preocuparse.
-Vaya, pareja, si sois tan poco cuidadosos os descubrirán – ambos levantamos rápidamente las cabezas cuando oímos a alguien unos escalones más arriba. Nacu bajaba lentamente, con Sunset al lado y Lysandro un poco más atrás. - ¿Qué tal pasasteis la noche?
No era posible... ¿O sí? ¿Cómo podía enterarse de todo en tan poco tiempo? Era imposible. Pero Nacu no parecía conocer esa palabra. Una maliciosa sonrisa se dibujó en su rostro, aunque a mí me pareció de lo más tétrica.
-Sois un par de. … - Castiel estaba rojo, pero no solo de vergüenza. Estaba enfadado. -¿Y tú qué, Lysandro? ¿Acaso te parece normal?
-Deberías relajarte, no es lo que parece – el albino sonaba, como era habitual, calmado.
-Lo único que sé es que me estáis tocando ya los cojones. ¿Cómo te sentaría a ti que fuese a tu casa a ver como estás con…
-¡Castiel! Primero, no pagues tu enfado con nosotros. Segundo, sabes más que de sobra que mi situación no es comparable a la tuya y, tercero, siempre eres bienvenido en mi casa. No recuerdo ni una sola vez que no te haya recibido. – Lysandro enfadado. Si no lo hubiese visto, jamás lo hubiese creído. Sus ojos centelleaban cuando miraban al pelirrojo, pero se veían afligidos, como si le doliese al mismo lo que estaba diciendo. Se marchó nada más terminar, dejando a su amigo sentado, atónito. Al igual que yo.
-Serás capullo, ya me lo has enfadado – Perfecto, ahora Nacu también estaba enfadada. ¿Podía pasar algo más? – Sí, Castiel te vigilo, te observo. A ambos, pero ¿sabes? Si no lo hiciese – hizo un pausa, se acercó al pelirrojo y le hincó la mano en el costado – igual ahora estarías muerto.
Y se marchó tras el albino, sin mirar atrás. ¿Qué carajo estaba pasando hoy? Maldito día, desde luego, ninguna me iba a salir bien.
-Joder, ahora la que los tiene que aguantar soy yo, ¿sabéis? – Sunset miraba despreocupada como su amiga se marchaba, perdiéndose en la lejanía del pasillo. Giró el rostro hacioa nosotros, dedicándonos una de sus picaras sonrisas –“Te amo”¿En serio, Castiel? Has caído como tsundere para mí, que lo sepas.

Poco o nada pasó después. Me despedí del pelirrojo, diciéndole que hablaríamos en otro momento. No estaba el ambiente para empeorarlo más. Volví a la sala de delegados, donde estaba Melody esperando con el pequeño gatito.

Problemas.

Mi cabeza comenzaba a dar vueltas, me senté con cuidado en una silla y traté de relajarme. Iba a tener que hacer lo que más temía. Antes de irme me tomé cinco tazas de café; necesitaba todas mis neuronas activas para lo que estaba por venir.


Por fortuna, había escampado un poco cuando tuve que volver a casa. En cuanto entré volvió a diluviar sin intención alguna de detenerse.
Me escabullí con cuidado por el pasillo y subí las escaleras con los zapatos en las manos para no hacer ruido. Tener al gato allí era una locura, lo sabía, pero no tenía más remedio.
Abrí uno de los cajones de ropa y lo alojé dentro. Por el momento estaba dormido, y con lo pequeño que era no creía que fuese a hacer mucho ruido.
Lo primero que tenía que hacer era limpiarme y quitarme la ropa. Si dejaba un solo pelo de gato cerca de mi madre le entraría una reacción inmediata. Justo cuando terminé de cambiarme, me llamaron para la cena. Tenía que bajar sí o sí, no como mi hermana, que podía bajar una hora después y no pasaba nada. Realmente me había acostumbrado a ello, pero cada vez que lo pensaba no podía evitar sentirme como una mierda.
Bajé corriendo las escaleras y llegué a tiempo para poder prepararme la mía individualmente. Dije que no me sentía muy bien y me tomé un sándwich con queso. Devoré la comida en dos segundos con tal de poder salir para ir a mi habitación. Todo iba sobre ruedas, ni un ruido, ni una sospecha, todo perfecto si no fuese porque ella existía.
Un estrepitoso grito sonó desde la planta de arriba. Mi hermana, como no, la estaba liando.
Empezaron a temblarme las piernas. “No, no puede ser…” me repetía una y otra vez para mis adentros. “Todo menos eso”. Corrí escaleras arriba, adelantando a mis padres en el camino. Pero al llegar arriba me paralicé, el miedo me recorría, me acerqué con cautela a mi dormitorio…. La puerta estaba abierta.

-¡Una rata! ¡Es una maldita rata! ¡Papa, mátala! – el estúpido ser que tenía por “hermana” salió histérica de MI cuarto, chillando como si estuviésemos a tres kilómetros.
-¡NO! – matarlo… Me acordé de la bolsa, de todas aquellas criaturas masacradas como si fuesen insectos. Algo tan horrible no podía ser humano.
-¿Qué significa esto, Nathaniel? – la voz de mi padre sonaba amenazadora, furiosa. Cada vez que me hablaba sentía como si el mismísimo Zeus estuviese reprendiéndome.
-N-No… – agaché la cabeza, avergonzado. No podía mirarlo, nunca había podido – No es una rata… Es un gato…
-¿Un gato? – Mi madre se pegó a la pared, tapándose la nariz y la boca con las manos – Soy alérgica, hijo. ¿Cómo se te ocurre?
-No lo hice a posta, estaba en un contenedor casi muerto, no podía dejarlo ahí. Pensaba buscarle casa mañana, de verdad. – miré a mi madre, arrepentido. Si podía convencer a alguien era a ella, aunque fuese difícil.
-No me importan tus escusas. Esta es mi casa, y te atendrás a las normas que se rigen en ella. Quiero ese bicho fuera de aquí o yo mismo me encargaré de él – No daba crédito a lo que estaba oyendo, sabía que mi padre era capaz de muchas cosas, pero de eso era demasiado. El temor se apoderó de mi cuerpo; no podía quitarme la jodida imagen de los contenedores de la cabeza. Me entraron nauseas de nuevo, empezaba a marearme…
-Pero… - dije nervioso.
-Espero que no te estés atreviendo a cuestionarme, no tienes palabra en el asunto. Líbrate de eso. - ¿Librarme? ¿Así de fácil? ¿Como si fuese un juguete viejo? Claro, para él era fácil, si hubiese podido se habría “librado” de mí hacía tiempo. Si por él hubiese sido, yo no hubiese nacido.

Me cansé, no podía más.

-No….- levanté los ojos del suelo con decisión y miré a mi padre a los ojos. No esperaba nada por su parte, pero al menos le iba a demostrar que no iba a seguir siendo una marioneta en aquella casa de sonrisas falsas - No me voy a separar de él, morirá.
-Puedes irte con él entonces, no quiero un hijo que no es capaz de hacer nada bien. – Frío como el hielo, calculador, así era mi padre. Considerar los sentimientos de los demás nunca era algo que tuviese en cuenta. Él siempre debía estar por encima de los demás para poder pisotearlos.
-Si tanto lo deseas, no es necesario que vuelvas a verme. – jamás lo había desafiado, jamás le había llevado la contra. Siempre había temido lo que pudiese hacerme, pero estaba tan ciego, yo era el único que podía remediar la situación. Si no me quería como hijo, no iba a darle el suplicio de tener que aguantarme más.
Mi padre no me miró cuando pasé por delante de él con el gato entre mis brazos, no intentó detenerme cuando salí de la casa corriendo. Después de todo, no había perdido nada realmente valioso para él.


La lluvia chocaba con violencia contra el suelo. Fui con cuidado de no caer, pero tenía que darme prisa si no quería que el gatito muriese de una hipotermia. Inconscientemente, recorrí un camino en concreto, un camino que sería mi única salida.
No tenía a nadie a quien acudir, solo él estaría esperando por mí. Solo él se ha preocupado por mí desde siempre. Me paré frente al portal y me sequé las lágrimas que se camuflaban con la lluvia. Dudé unos instantes, no quería involucrarlo ni causarle problemas. Pero quería verlo, abrazarlo. Lo necesitaba.

Llamé al telefonillo y aguardé.
-¿Si? – preguntó adormilado.
-Castiel, soy Nath. ¿Puedo pasar?

9 comentarios:

Unknown dijo...

Nacu, debo decir que con este capítulo me has hecho llorar como una magdalena.
...
Ok, no xD Pero es que, entre los gatitos muertos (me pongo muy sensiblona cuando se trata de animales ;_;) y lo ******* que es el padre de Nath... Si no fuera un ser sin sentimientos, como suele decir mi hermano, ahora mismo estaría por los suelos.

Por otra parte...
¡Muy bien, Nath, joder! ¡Hay que imponerse! Mi niño se está haciendo mayor ;^;
Y que majos Farrés y Melody ^^

OHOHOHOHOHOHO tengo unas ganas de leer el próximo capítulo que no me las aguanto *///¬///*

Esther dijo...

Aaaaaaaay... Por Dios ¡como odio a la gente que hace eso! Yo tengo muchisimos gatos en mi casa (no son mios, pero les doy de comer) y cada vez que nace una nueva camada mi familia se empeña en matarlos y... Es horrible (y si a eso añado que vivo al lado de la carretera...)
>//////< Castiel celoso de Melody... Pffff por Dios... Como si ella fuese alguien a quien tener en cuenta >.>
Waaaaaaa~ Lys y... ¡Nacu! ¡Seguro! Me gusta esa pareja *-*
¿Rata? ¿RATA? RATA SERAS TU MALDITA NIÑATA CONSENTIDA ¡TU SIGUE ASI QUE VAS A ACABAR EN EL CONTENEDOR! :modeyandereOFF: Perdon, pero es que en ese momento la tiraba de los pelos escaleras abajo.... Dios! Me he cabreado muchisimo.
Aaaaaw asi me gusta Nath, refugiate en los brazos de Castiel, esperemos que Demonio no se zampe al gato de un bocado... Por cierto ¡el gato necesita nombre! Me he encariñado con el ^^

Vivi Sharohi dijo...

Casi me da un paro cardíaco cuando Nath a visto las condiciones del gato..Joo..Mira que le guardo rencor a un gato por una gran herida que me hizo(ya curada..gracias a dios) pero..los gatos chiquititos me rompen el alma.
Me ha resultado un poco cómico el paripé que estaban haciendo Nath y Melody para vigilar al gatito XD
Bueno..Castiel es un celoso de campeonato..es estar 2 minutos sin su rubito y ya está tenso XD jajajja
Bueno..Nath a tenido bastante valor..por el simple hecho de llevarse el gato a casa la verdad...pero..SERA BRUJA¡¡ RATA?¡¡ RATA SERÁS TU CERDITA PEGGY(mote "cariñoso" que se le tiene puesto a Ámber en un fic XD) DE TI SI QUE ME DESACÍA YO¡¡¡Además..QUÉ DEMONIOS PINTABA ESA ARPÍA EN EL CUARTO DE NATH¡¡¡?? Grrrr Cada día siento más ganas de matarla..pfff..necesito calmarme..esto no puede ser bueno para mi salud...*respira profundamente varias veces* Bueno..creo que ya puedo seguir comentando lo que quería.
Así se hace Nath¡¡¡ Plantando cara¡¡¡ NyaaaEstoy tan orgullosa de el... snif.. snif..
Pero su padre es un **** de **** el muy cer**..pfff...*intenta relajarse de nuevo* A este paso se me va a subir la tensión y todo..
Bueno..por lo menos..creo que Castiel acogerá a Nath..sobre todo teniendolo así 23 horas todos los días..creo que acoger a Nath y al gatito por ese precio..es un buen trato XD jajajjaa
Bueno..estoy deseando leer el siguiente capitulo¡¡

Unknown dijo...

Ainsh chicas, que os puedo decir ya lo habeis dicho todo >o< pero me ha hecho gracia una cosa de Awen precisamente.... Yo... y Lys? .__.

LOL JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA hummmm creo que no xDDD Ya vereis quien es su pareja ¬///////////¬ jojojojojojojo

Esther dijo...

O.O ¿no ser tu? Pueeees entooooonces *pasa rapidamente la imagen de Leight" bah, ni idea. Pero sea la pareja que sea... ¡que suerte tiene!

Unknown dijo...

Jajajajajaja no no... yo no xDD
o3o *mira hacia otro lado para no decir spoilers~~
Si, menuda suerte ¬////////¬

Anónimo dijo...

Jopé, se nota que hoy estoy sensiblona... casi lloro...
Pobre gatito, que penita me ha dado, yo no puedo con el maltrato animal, casi me da algo cuando leí en que condiciones estaba :(
Creo que por primera vez Melody me ha caído bien, pero solo por ayudar al gatito, el resto del tiempo le tengo manía ¬¬ xD
Ámber... dijo... que era una rata... *reacciona* ¡¡ÁMBER TE ODIO!! TE ATARÍA A UN ANCLA Y DEjARÍA QUE TE AHOGASES EN EL FONDO DEL MAR *se calma un poco* pues no se atreve la muy **** de **** a llamar al pobre gatito rata :(
Nath plantandole cara a su padre ¡sí señor! ¡Así se hace! Y tranquilo, que Casty te acoge encantadísimo jujuju
¡Estoy impaciente por leer el próximo! ^_^

Hanahi y Sayuri dijo...

Oye Nacu deja ya la misteriosa pareja de Lysandro, que lo sabe todo el comando. Puedes poner algo menos esperado...
Pobre Nath y pobre gatito, me han puesto sensiblona los dos. AAhH MALDITA AMBER ¿Qué coño hacía en la habitación de Nath? Y VAYA PADRE... UF mejor me pongo tranquila... ¿El gatito es macho o hembra? ¿Qué hará Castiel con Demonio...o con Nath? Titototi Lo veremos en el próximo episodio de The Awaken by Nacu

Unknown dijo...

"Oye Nacu deja ya la misteriosa pareja de Lysandro, que lo sabe todo el comando. Puedes poner algo menos esperado..."

Jooo tía ¬3¬ que cruel eres... pues hay gente que no lo sabe lista *hace morritos* Me gusta esa pareja : P

xDD Bueno, lo del género del gatito me haré de rogar un poco más... (tengo que pensarlo) xD
Pero bueno >o< no se apuren... se los conteré (cuando mi internet me lo permita xD que estoy de mudanzas lol)

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.