¿Queriais saber que ocurría por la noche? Pues aquí teneis!! : D Por fin lo he terminado y está editadito y todo; mi editora ha vuelto ;o;!!!
Esta es la versión sin cesurar >__< Espero que os guste : D
P.D.: No me mateis xD
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Esta vez sí que había cogido la
llave, pero no necesité preocuparme por eso, subimos juntos. Nos
despedimos de Lysandro y entramos en la habitación. Nuestra
habitación.
Estaba bastante nervioso, no dejaba de
mirar a Castiel de reojo y vigilar sus movimientos. No sabía qué
hacer, temía que si decía algo lo echase todo a perder; y el día
había ido muy bien como para cagarla en el último momento. Intenté
aparentar normalidad y mantener la calma, pero mis pensamientos me
traicionaron. Me imaginé durmiendo con él plácidamente en la cama…
Abrazados… Metí la cabeza en el minibar. Por supuesto, Castiel
me preguntó que estaba haciendo. Me limité a decirle que había
metido una bebida y no la encontraba. Después me miró como si fuese
imbécil y volvió a sentarse en la cama mientras jugueteaba con su
móvil.
Cuando se me enfrió un poco la cabeza,
me puse a organizar la maleta. Al día siguiente volvíamos, así que
era conveniente que empezase a recogerlo todo. Al meter la ropa me
percaté de que aún tenía la ropa de Castiel (aquella que me había
dejado hace como medio siglo ya). Tenía que devolvérsela ahora que
tenía la oportunidad.
- Esto C--… - su nombre se me clavó
en la garganta como una espina cuando intenté llamarlo. “Maldita
sea, Nathaniel, reacciona, no actúes como un imbécil” me dije
para mis adentros – Toma, muchas gracias – finalmente pude decir
algo coherente y tenderle la mano con la bolsa.
- ¿Qué es esto? – dudó unos
instantes hasta que cogió la bolsa y descubrió su contenido. – Mi
ropa… Ya ni me acordaba. Espera, ¿qué le ha pasado a los
pantalones de cuero?
- Nada – contesté rápidamente. Me
mordí el labio inferior cuando empezó a sacar el pantalón de la
bolsa.
- Aja. ¿Y por qué están tiesos? –
me los puso delante de la cara y los agitó suavemente.
- Los planché… ¡Pero es que tenían
muchas arrugas! – aseguré avergonzado. La verdad es que los
pantalones parecía que los había aplastado una apisonadora.
- Nath, las arrugas eran de fábrica –
alzó las cejas sorprendido. Sí, yo, míster perfecto, había
cometido un error. ¿Algún problema? Ya decía yo que algo no iba
bien mientras los planchaba.
- Mira que eres patoso – y empezó a
descojonarse en toda mi cara. Joder, qué guapo estaba mientras reía…
“Neutralizar pensamientos”. Necesitaba meter la cabeza en el
minibar de nuevo.
- ¡Lo siento! – Grité algo
enfadado. Vale que se riera, pero ya se estaba pasando. “Si me
hubiese dado unos pantalones normales.”
- Me hubiese gustado verte mientras
lavabas mi ropa – dejó de reírse (escandalosamente) y devolvió
los pantalones a la bolsa.
- Sí, ¿y con un traje de criada? No
te jode – entrecerré los ojos dedicándole así una mirada
asesina. Perdí. Él me devolvía una seductora y destruyó mi
defensa.
- En realidad yo te había imaginado
solo con una delantal mientras (te) tocabas (con) mi ropa.
Me dejó como una piedra cuando me dijo
aquello. Sobre todo porque estuve a punto de hacerlo. O sea, así
no, vestido, pero… Da igual. Este chico tenía un problema serio y
me estaba influyendo demasiado. Las palabras “castidad” y
“decencia” seguro que no estaban en su diccionario mental.
De nuevo el silencio se apoderó de la
habitación. No sé cuánto tiempo estuvimos así pero ya me estaba
viendo toda la noche despierto. No se me ocurría nada que decirle,
la verdad es que me hubiese gustado hablar de algo.
Castiel estaba tumbado en la cama, con
las manos bajo la cabeza y los ojos cerrados. No estaba dormido, ni
parecía tener la intención de acostarse. Seguramente estaría
esperando a que yo me rindiese y me metiese en la cama.
Claro que yo no tenía intención
alguna de meterme en la boca del lobo así que, simplemente, lo
ignoré.
Lo miré de reojo un par de veces.
Estuve a punto de darme por vencido y tirarme en la cama. Pero
seguramente lo que yo pensaba “hacer” en la cama era muy
diferente de lo que el pensaba. Me aguanté
- Nath – di un respingo. Sentía que
las cosas empezaban a torcerse - ¿Qué tengo que hacer para que
pilles las indirectas? – me preguntó poniendo las manos sobre su
rostro.
- ¿Qué? – traté de aparentar
sorpresa o despiste… Sólo diré que como actor apesto.
- Te he dicho que me toco pensando en
ti, nos hemos besados, nos hemos liado e incluso te he llevado a una
cita súper-moñas - ¿Era cosa mía o el orden debería haber sido
distinto? – y ahora estamos los dos, solos, en un hotel de noche y
con una cama de matrimonio. ¿Estás tratando de evitarme o es que
realmente no te has dado cuenta?
“Mierda, mierda, mierda…” Joder
lo sabía, ¿y ahora qué hacía? Una cosa era tener una cita y
besarlo y otra muy distinta era….
“Maldita sea”. Me enrojecí hasta
los cimientos cuando me imagine la escena. ¡Lo peor es que sabía
que yo mismo lo deseaba! Pero no era capaz de decir simplemente “sí”.
Tenía... ¿miedo? Posiblemente, nunca había salido con nadie, nunca
me había preocupado por nada, nunca me había sentido querido…
Negué con la cabeza, las cosas no
podían ir tan rápido. Tenía tres opciones:
La primera; hacerme el sueco e ignorar
lo que había dicho.
La segunda; quedarme allí a riesgo de
que hiciese (que lo haría) algo.
Y, la tercera; salir corriendo.
Aprobado. A correr se ha dicho.
La escapatoria hubiese sido perfecta de
no ser por cierta maleta tirada en el suelo. Tropecé con ella y
acabé estampándome contra la moqueta. Aquello fue para verlo; caí
totalmente en plancha. Me había roto algo seguro.
- ¡Nath! ¿Pero qué haces? –
Castiel se levantó de un brinco y vino hasta mí - ¿No habrás
pisado mi maleta?
- Estoy bien, no te preocupes – dije
sarcástico. El muy bastardo había cogido su maleta y la había
colocado como era debido en el escritorio.
Me revolví incomodo en el suelo sin
poder levantarme; me dolía todo el cuerpo. Poco a poco se me fue
pasando pero el torso me picaba a rabiar. Me sentía como si me
hubiese tirado en plancha en una piscina.
- Llevas una racha de caídas y golpes
que es para grabarla. Anda, levántate. – Sí, se estaba riendo de
mí. Otra vez.
Me agarró por la cintura con una sola
mano y me levantó sin mayor dificultad, lanzándome luego sobre el
colchón.
Se acercó a mí lentamente,
arrinconándome contra el cabecero. Mi oportunidad de huir se había
esfumado de una forma de lo más estúpida.
- No estarías intentando huir de mí,
¿verdad? – sus labios comenzaron a recorrer mi cuello lentamente,
provocándome. Sus dedos comienzan a introducirse en mi ropa, dejando
nuestros cuerpos cada vez más cerca. – Ya te vale.
Lo miré con los ojos entrecerrados,
rogándole que se detuviese. Pero mis ojos mostraban lo que mi cuerpo
sentía, el deseo de tenerlo entre mis brazos. Se dio cuenta.
Sus labios se posaron sobre los míos
violentamente y su lengua penetró en mi
boca sin encontrar resistencia. Tendió mi cuerpo con cuidado sobre
el colchón para que no me chocase contra el cabecero, situándose
luego sobre mí.
Abrió mi camisa para mordisquear todos
los rincones de mi piel que le eran accesibles. No podía soportarlo.
El suave roce de sus labios me estremecía y noté como mi
entrepierna palpitaba ansiosa. Necesitaba alcanzarla, tocarla, pero
el cuerpo de Castiel me lo impedía.
Me sobresalté cuando mordisqueó uno
de mis pezones. Hasta ese momento no me había dado cuenta de lo
duros que se habían puesto. Ante mi reacción, Castiel decidió
juguetear más con ellos, pellizcándolos con sus dedos.
- ¡Arg! Deja de morderme… - pude
decir entre jadeos.
- No hasta que haya marcado todo tú
cuerpo – Se incorporó unos instantes para mirarme y me dedicó una
de las miradas mas salidas que podía imaginar.
Aquello solo hizo que me calentara más.
¿Acaso era masoquista? Seguramente. Mi entrepierna estaba
completamente húmeda, deseosa de ser tocada. Pero Castiel no tenía
intención de acabar tan rápido. Prefería verme rogar entre gemidos
para que me tocase.
Se deshizo de mi camisa y mis
pantalones sin que apenas me diese cuenta. Mientras estaba ocupado
traté de llevar mis manos hasta mi miembro, pero las interceptó en
el camino. Las agarró fuertemente, contra la cama, al mismo tiempo
que su pierna derecha se aventuraba entre las mías, presionando mi
erección.
Mi cuerpo se revolvía entre las
sábanas casi por instinto. Rendido, dejé de intentar soltarme y
Castiel dejó caer mis manos sobre la colcha.
Las alcé de nuevo pero esta vez con un
nuevo objetivo: su camiseta. Torpemente introduje mis manos en ella,
acariciando suavemente su piel. Fui levantándola a medida que
avanzaban mis dedos, hasta que finalmente pude quitársela. Contemplé
su cuerpo, fascinado. Siempre me había encantado. Acerqué mis
labios y rocé su piel con ellos. Bajé lentamente hasta la
cicatriz, apenas visible ya. La besé una y otra vez; aquella herida
debió hacer sido mía.
Castiel me empujó de nuevo sobre el
colchón y dejó caer su cuerpo sobre el mío. Nuestros labios
parecían fundirse en uno mientras nuestros cuerpos chocaban
acalorados y sudorosos. Sin querer levanté mi pierna y tropecé con
la erección de mi pelirrojo. Soltó un gemido ronco y presionó la
mía en venganza.
Se río picaramente, mordiéndose el
labio inferior mientras me contemplaba. Pasó su lengua por sus
labios, como si pudiera notar en ellos el sabor de mi cuerpo. Sus
ojos brillaban con malicia, como si estuviesen viendo un plato en un
restaurante de lujo. Me revolví avergonzado para que volviese a
tocarme, necesitaba sentir sus cálidas manos recorriéndome. Pero no
fue mi piel su meta esta vez.
Intentó desprenderse la única cosa
que separaba ya mi cuerpo del suyo, la ropa interior. Se inclinó
sobre mí, besándome al mismo tiempo que sus dedos se apoderaban de
mi ropa y la bajaban. Rápidamente llevé mis manos hasta allí y
detuve a las suyas.
- Castiel ,por favor. No – le rogué
casi en un susurro.
- Si estás intentando que me detenga
aquí, que sepas que es imposible. – se deshizo de mis manos y jaló
de mi ropa interior ,desprendiéndome de ella - ¿Te estás viendo?
Tu cuerpo habla por sí solo.
Con uno de sus dedos comenzó a rozar
la punta de mi erección. Pequeños rastros de pre-semen resbalaban
por mi miembro completamente erecto. Me estaba desquiciando,
necesitaba que lo tocase.
La vergüenza se apoderó de mi cuerpo,
Castiel no dejaba de observar todas y cada una de mis reacciones. Sus
ojos parecían devorarme a cada segundo y los míos querían ser
devorados.
- Apaga la luz –
le ordené frunciendo el ceño.
- Como quieras – asintió de mala
gana y se levantó a apagar la luz. Me había entregado a él.
Beso tras beso, caricia tras caricia,
el placer y el deseo me consumían, mi cuerpo parecía derretirse.
Cualquier pensamiento racional desapareció de mi mente.
Me retiró el pelo de la cara y me besó
la frente cariñosamente. Me sentía como si el fuego se hubiese
adentrado en mi cuerpo, no podía pensar en nada que no fuese él.
De repente, lo que tanto había
esperado de sacudió como una ola brava. Castiel agarró mi erección
y empezó a masturbarme. Su mano se movía con destreza.
Soltó mi miembro, dejando su mano
pegajosa. Él aún llevaba los pantalones. No se los quitó, pero se
los bajó lo suficiente como para poder liberar su erección.
Volvió a juntar su cuerpo con él mío,
haciendo que nuestros miembros erectos chocasen entre sí.
- Muéstrame como lo haces Nath – me
susurró sensualmente al oído – Enséñame como te tocas mientras
piensas en mí.
Agarró una de mis manos y la llevo
hasta mi entrepierna. Nervioso, tomé mi miembro y comencé a mover
mis dedos acariciándolo. No pude aguantar más cuando noté el suyo
rozar contra mi mano y empecé a masturbarme delante suyo. Al
principio su rostro mostró una sonrisa triunfante, pero, poco a
poco, su rostro se mostró ansioso, incapaz de controlarse.
Apartó mi mano de nuevo y abrió mis
piernas de golpe, dejado mi erección expuesta completamente ante él.
Recorrió mis muslos con sus manos, provocándome. Jugueteó por mis
ingles haciéndome cosquillas. Finalmente, cuando estaba a punto de
estallar, agarró mi miembro y reanudó lo que yo había dejado a
medias.
Extendí mis brazos y conseguí
agarrarme a su cuello, ocultando mi rostro en él.
- No contengas tu voz, déjame
escucharla - me susurró al oído.
Arqueé la espalda cuando la excitación
alcanzó la cima. Mis gemidos resonaron en la habitación,
acompañados de los jadeos roncos de Castiel.
Dejé caer mi cuerpo sobre el suyo y
entrelacé mis dedos en su pelo. Siempre era tan suave.
- ¿Qué dirían del señorito delegado
si lo viesen así? Con un cuerpo tan lascivo y pegajoso. – me dijo
mientras dejaba caer mi cuerpo sobre el colchón.
Cerré los ojos, cansado. Todo era tan
imposible. Quién me hubiera dicho que acabaría haciendo este tipo
de cosas con Castiel. Hace menos de un mes le habría pegado un
puñetazo a quien se hubiese atrevido a mencionarlo.
En aquel momento el resto del mundo
parecía no existir. Solo podía mirarlo a él, me había olvidado de
todo: mis amigos, mi hermana, mi padre… Parecía demasiado
perfecto.
Pero, cuando pensaba que todo había
acabado, Castiel volvió a lamer mis labios hinchados y a dar
pequeños mordiscos por mi cuello. Él aún no había acabado.
Sus manos se deslizaron por mi
espalda, atrayendo mi cuerpo al suyo. Se posaron en mi trasero,
ultrajándolo hasta que uno de sus dedos se deslizo y comenzó a
entrar en mí.
-No te duermas, aún queda lo mejor –
sus palabras me golpearon violentamente. Sentí como mi cuerpo caía
desde un rascacielos. Miedo. Estaba temblando, después de todo, lo
perfecto no existe.
Estaba paralizado, un sudor frio se
extendió por todo mí ser. No supe cómo reaccionar, no sabía qué
hacer. Solo pude arremeter contra Castiel, quizás demasiado fuerte y
alejarlo de mí.
- ¡NO! – grité casi
inconscientemente. Me alejé un poco más de él y me quedé junto al
cabecero. – No te acerques… - mi voz sonó ahora más débil,
monótona y lúgubre.
Permanecí un rato en estado de shock.
Ni si quiera yo sabía muy bien lo que había hecho. ¿Por qué lo
había apartado así?
Levanté los ojos buscando los suyos.
Castiel estaba perplejo. No dijo nada, bajó la mirada y su rostro se
oscureció como si las sombras se hubiesen apoderado de él. Quise
explicarme, disculparme, hablarle, pero no puede. Las palabras se
atascaron en mi garganta como clavos, sin poder salir.
Cuando volvió a mirarme sus ojos no
parecían los mismos, estaban huecos, sin brillo. Esta vez quien
estaba atónito era yo. Se levantó de la cama, abrochándose los
pantalones, cogió su camiseta y salió de la habitación dando un
portazo.
Apoyé mi cabeza en la pared. La
habitación que antes parecía arder ahora era más fría que el
hielo. Mis ojos se humedecieron y pequeñas lágrimas resbalaron por
mis mejillas. “Soy gilipollas, lo he echado todo a perder.”
Intenté calmarme y respirar hondo, pero mis ojos me traicionaban.
Esperé toda la noche a que volviese,
esperé para poder hablar con él. Pero no lo hizo. Sin moverme de
allí, me acurruqué en la cama mientras mis ojos se perdían en mis
pensamientos.
Ahí fue cuando me di cuenta de lo que
realmente sentía, Castiel se había convertido en la persona más
importante para mí. Y como un imbécil lo había echado de mi lado.
17 comentarios:
o_O está muy bien!1 por fin lo hacen!! Pero, ejem, Nath, la has cagado...¬¬ xD espero ansiosa el siguiente capi^_^
OMG NACU, qué culebrón !!!!!! XD Buff respira Ash respira ufff, maldito Nath que lo dejaste a medias al pobre!!! Cómo te atreves? Madre ahora la que tiene calor soy yo... te quedó genial Nacu, a partir de ahora me veo a Nath rogándole a Castiel xD
Waaaaa que velocidad gracias chicas >///////////////////<!!! tuve que reescribir el cap entero y temía haber puesto algo que no encajase xD
Pobre Cast... se ha ido con el calentón...
Nath pidiendo sexo O///O woo, creo que Nath va a ser más pervertido que el pelirrojo al final ¬///¬ xDDD
Nath más pervertido que Castiel...? Eso es posible? :/ xD le veo siguiendo a Castiel y suplicando: POR FAVOR; CASTIEL POSÉEME! xD Ash...tras este capitulo calor tenemos todas xD
OMG *nosebleed* O///O me acabo de imaginar a Nath en la cama de Castiel con un lacito en la cabeza , desnudo y con un cartelito "tómame" xDDD
Creo que el aguante de Castiel no llegaría a tanto lol
jajajaja Si, todas tenemos calor, yo tengo el aire acondicionado y estpy sudando D :
OHH SIII NACU haz que suceda que nath se cuele en el piso de Castiel para esperarlo asi con un lacito y el cartelito de tómame XD a Castiel se le va el cabreo ipso facto y lo enviola ahi mismo XD (bueno seria consentido asi que no violaXD)
o.......o No pude leerlo entero... Nose si estoy Jodidamente acalorada, o es tanta mi emocion que me dio asco algunas partes .___________. Espero el prox cap :333
jajajaja Ashala, y vemos como la única neurona de Control de Castiel muere desangrada xDD Yo creo que luego Nath se arrepentiría de haber hehco eso... o no ¬////¬
jajaja xD Gracias Natzumo >////< me alegro de que te gustase *-*
Por fin ! Gloria a Castiel ! (? jajaj xd
Pero estoy de acuerdo con Poks, Nath, la cagaste xd Sigue pronto ;) Kisses ♥
jajajaja vaya Nath... hay un grupo de seguidoras furiosas a punto de matarte... xDDD
Creo que soy la única a la que le da pena Nath lol
Aunque la ha cagado a lo grande... El pobre Nath se ha asustado, ha sido un impulso de supervivencia (?)
Y el pobre Castiel ha vuelto a quedarse con el calentón... xD
Espero que hagan las paces... y algo mas... jujuju*-*
¡Te ha quedado genial el capítulo! :D
oh, por fin alguien siente pena por Nath *__*
Castiel lleva una rachita... me va a matar como siga así xDDD
Siii ya verá >o< no soy tan cruel como para dejarlos así xDDD ese algo más ¬////¬ me gusta!
Gracias Owen *____*
Nueva lectora! Hallo! :3 hace poco recien he empezado a jugar "corazon de melon" y una amiga me dijo que estaba leyendo un BL "hay?" pregunte y me dijo "claro que hay!" y en los primeros que pense fueron en Castiel y Nathaniel =//= me lei todos los que pude encontar >w< y y Este es un de los que enamoro ;w; No lo vaya a abandonar! ... Pobre Castiel lo han dejado a medias >w> y Nathaniel noo no es culpa ;O; tenia miedo solo estaba asustado no lo dejes Castiel noo *se tira al piso* no puedo esperar al siguiente capitulo nwn .. osea tuvieron una cita genial :D (mi querer una cita asi uwu) y y algun dia veremos a Nathaniel cumpliendo la fantasia de Castiel (?) ..siento que no he dicho todo lo que quiero decir pero bueno me botan ^^ hasta luego!!!
Jum, que conste que comento antes de llegar a lo "interesante"...
"En realidad yo te había imaginado solo con una delantal mientras (te) tocabas (con) mi ropa" Menos mal que estoy sola en casa, porque me me estoy partiendo la caja de una manera, que si hubiese alguien, me llevaría al manicomio xDDDDDD
>////< AWWW! *Coge una camparta en la que pone I LOVE CAST* Ay, mi niño, que ha ido a "una cita super-moñas" sólo por su Nathy *.*
Kya, a mí Nath me da ternura, pobrecito, era su primera vez, Castiel podía haber sido menos bruto ¬¬ Claro que el pelirrojo pensaba que el otro ya estaba mentalizado... ¡A la porra! Esto de meterse en la mente del personaje es muy difícil -.-'
Y, sólo queda decir...
¡¡¡¡¡¡¡¡KYAAAAAAAAAAAAA!!!!! ¡¡¡TÚ SÍ QUE VALES, NACU!!! *.*
OWO Dos macro comentarios!!! ;O; Me encanta!!
Primero; secretghost ^-^
*O* Graciass!!! waaa me alegro de que mi fic te llamase la atención ;w; me siento tan realizada (?) xDD
Si, quizas me he pasado un poco con esta linda pareja en el cap... waaa >__< pero un poco de drama nunca viene mal no? xDD Y no te preocupes... la fantasia de Castiel terminará cumpliendose ¬///////¬ con suerte dentro de poco jojojojojojo *___*
Y ahora Gemma xD;
Desde lugo chiquilla, si te pagaran por todos tus megas comentarios te harias rica u////u me encantan!! Seguro que con esa frase te has imaginado la escena perfectamente eh?? *mente pervertia mode-on* xDDD
Yo creo que en ese momento la sangre no le llegaba a Castiel a la cabeza... la tenía toda concentrada en otro sitio lol xDD jajajaja
WAAAAAAAAAAAA Gracias!! >o< me iré al programa de la tele a ver si gano (?) xDDD
Grazie a las dos~~ *__*
Diosss *desangramiento nasal*! Pobre Nath su primera vez.... es que Castiel deberia ser un poco más sensible, el pobre tiene miedo...
*^* Eres la mejor Nacu! >3<
SSSiii ò_ó pobrecito, es normal, el pelirrojo es un bestia... y un salido u3u
Gracias!!!! >.<
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