viernes, 6 de julio de 2012

Capítulo 7 - 1º día - D


AWWWWWW!! Me he llevado hasta las 5 de la mañana para acabarlo a tiempo y .... AQUÍ está la esperada continuación!! gracias chicas os amo *___________* En serio, me han entrado ganas de subir un montón de golpe (pero no puedo xD)
jajajajajaja
Espero que os guste *_______*

IMPORTANTE: (a medias) en realidad es publicidad xDD
He escrito mi primer lemmon *____* está en la página web que os dejé el otro día!!
Pondré un enlace o algo por aquí más visible!! >o<
Ya... xDD

 Capítulo 7 1º Día~~ D

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Esta vez evité el ascensor y subí por las escaleras. Necesitaba tiempo para pensar cómo lidiar con Castiel, quien por fortuna  había subido antes ya que no se había quedado hasta el postre.

Aún no sabía cómo iba a sobrevivir.
Rebusqué en mi cartera buscando la tarjeta de la habitación. No estaba.

“Mierda, olvidé cogerla”

Efectivamente, huyendo de ese gran mosquito pervertido pelirrojo la había dejado en la ranura de la luz. Con suerte Castiel había cogido la llave; y con un milagro me abriría la puerta.
Manteniendo una distancia prudente llamé a la habitación. Tuve que llamar varias veces hasta llegar a golpear la puerta. Finalmente se dignó a abrirme.

— ¿Qué quieres?  — se asomó sin abrir completamente; como si yo fuese un vendedor de enciclopedias.
— Entrar — me hubiese gustado decirle cuatro cosas, pero no me convenía.
— ¿Y debería dejarte entrar? — se apoyó en el marco de la puerta con los brazos cerrados mientras me miraba con indiferencia.
— Sí, deberías — empezaba a desesperarme. Cerré mis puños con fuerza; lo próximo era estampárselo en la cara.
— ¿Por qué? — preguntó rápidamente.
— Porque es mi habitación. — bueno, de los dos, pero esa idea me resultaba desagradable.
— Y la mía también — “menuda velocidad mental.”
— Exacto  — tenía la sensación de no llegaría a nada.
— Pero cuando yo quise entrar esta tarde me estampaste la nariz contra la puerta — “oh mierda”
— Lo siento — en realidad no; pero en fin…
— ¿Crees que voy a dejarte entrar porque te hayas bajado los pantalones? Bueno, si haces eso realmente puede que me lo  piense — cada vez tenía más ganas de reventarle la cara de un puñetazo.
— Por favor — agaché ligeramente la cabeza. Aquello había sido un insulto para mi orgullo.
— Déjame pensar  — vaya, esto podía llevarnos todo el día — No — “Capullo”. — Al fondo del pasillo hay unos sillones. Buenas noches.
Y cerró.
— Castiel, no me jodas. Ábreme — comencé a aporrear la puerta fuertemente.
— Es inútil, no hagas más ruido, me voy a duchar. — Podía escucharlo al otro lado mientras se alejaba.
— Castiel, venga ya. Yo no te dejé tanto tiempo… Por favor. — una nueva puñalada atravesó mi orgullo.
— Ummm  — meditó unos instantes y me contestó — Si me lo pides de rodillas, besándome los pies y entregándome tu cuerpo incondicionalmente, puedes entrar.
— ¿Qué? Tú estás loco, no pienso hacer eso — me alejé de la puerta de un salto.
— Pues espero que sean cómodos los sillones. — aquellas fueron sus últimas palabras.

No me lo  podía creer. Me había dejado fuera como a un perro. No, a un perro lo hubiese tratado mejor que a mí. Qué triste.

Me senté en el suelo, apoyándome en la puerta. “— Entregándome tu cuerpo…  —” Un escalofrió me recorrió entero. No pude evitar imaginar la escena. “¡¡¡NO NO NO!!!” ¿En qué estaba pensando? Sacudí la cabeza, confuso, seguro que no lo decía en serio… ¿No?
Mierda, estaba mucho más seguro fuera; eso seguro.

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— ¡AHH!  — grité, dolorido. Me había quedado ligeramente dormido cuando de repente se abrió la puerta y caí golpeándome la cabeza.
— Das pena  — Castiel torció el gesto, molesto.

Me quedé en el suelo, mirando hacia arriba un tanto aturdido. Castiel estaba de pie, observándome. Tenía el pelo mojado y una toalla mojada al cuello. Llevaba puesto un pantalón negro de pijama un poco caído pero el torso lo llevaba desnudo. Sí, se le veía algo de su ropa interior. Me qué un rato, observándolo. Ya apenas se le notaban las heridas, solo el corte en el costado era aún visible. Quise tocarlo de nuevo. (Estaba delirando, debió ser por el golpe).

— Si no te levantas volveré a dejarte fuera. — sonrió con prepotencia. Se había dado cuenta de que lo miraba.
Me incorporé velozmente y entré.
— Gracias, supongo — aquello fue no más que un susurro, pero podía darse por satisfecho. Pues de lo que realmente tenía ganas era de ahogarlo con la almohada.
— ¿Te crees que me he olvidado de lo que me hiciste esta tarde? —  Castiel cerró la puerta y se acercó a mí, como siempre, demasiado.
— ¿Eh? ¿Y tú qué? Te recuerdo que tú me… — me detuve de repente y comencé a sonrojarme.
— ¿Sí?  — inquirió con aire de superioridad. No iba a contestar semejante pregunta; y mucho menos iba a darle ese gusto. Aún no sabía cómo pude escapar esta tarde… Lo peor era que tampoco sabía cómo escapar ahora.
— Nada, estamos en paz. ¡Así que déjame en paz! — grité exaltado mientras le daba la espalda y me acercaba a mis cosas.
— Eres un obstinado  — me agarró del brazo fuertemente, haciendo que me girase hacia él — Admítelo, te encanta que te toque, que te bese, te pones duro con cualquier cosa que te haga. Además, tienes un cuerpo realmente lascivo. — sus ojos me miraban intensamente. Acercó su rostro al mío, quedándose tan sólo a unos centímetros de mi cara.
— ¿Qué dices? ¡Yo no soy así! ¡Eres tú el que está salido! — intenté soltarme, sin éxito. Giré el rostro antes de que me viese enrojecer. No lo iba a reconocer. ¡NUNCA! Aunque fuese él quien tenía razón.
— Te voy a demostrar que te equivocas.

Jaló de mí, una vez más pegando mi cuerpo al suyo. Me besó con fiereza pese a mi resistencia. Con una de sus manos me desabrochó la camisa, dejando mi torso al descubierto. Acarició mi cuerpo, que no dejaba de revolverse, nervioso.
Cuando por fin liberó mis labios se fue a mi cuello, lo mordió y lamió tanto como quiso. Yo apenas podía resistirme ya; no me salían las fuerzas para hacerlo. Ante mi debilidad, Castiel aprovechó para juntar completamente nuestros torsos desnudos. El calor que emanábamos era sofocante.
Introdujo su piernas entre las mías, presionando fuertemente. Ante el espasmo mis rodillas me fallaron y comenzaron a doblarse. Había perdido. Ya no podía hacer nada para pararlo.
Ambos nos dejamos caer en el suelo. Castiel dejó de presionarme con su pierna y situó su mano sobre mis pantalones.

— Mírate. Apenas he hecho nada y ya estás así de duro. — sus palabras se clavaron en mi garganta como cuchillas, sin dejar que salieran más que gemidos.
Me giré, avergonzado, pero me hizo volver a estar de frente suya. Eso sólo hacía que me pusiese peor. Me cubrí con las manos y lo aprovechó para sujetármelas sobre la cabeza sin que pudiese moverme.
Su lengua bajó desde mi cuello por todo el torso, mordiéndome cuando le pareció conveniente, hasta llegar a la entrada del pantalón. Se detuvo un instante, pero tan solo para que la otra mano que le quedaba libre desabrochase el botón y bajase la cremallera. No tardó ni treinta segundo en deshacerse de todo. De este modo su lengua pudo continuar bajando.

“Si la situación continua haré algo de lo que acabaré arrepintiéndome seguro.”

Miré hacia el escritorio que estaba a nuestro lado y vi el asa de mi maleta que caía por el lado.

“Esta es mi oportunidad”

Alcancé el asa como pude y golpeé a Castiel con ella. Lo conseguí apartar unos instantes, lo suficiente para incorporarme y salir corriendo al baño. Entré y cerré la puerta; afortunadamente tenía pestillo.

— ¡Qué hijo de puta! ¡Nath, sal de ahí ahora mismo! ¡No me dejes con el calentón! – Aporreó la puerta varias veces y giró el picaporte tratando de entrar.
— ¡Échate agua fría! — a pesar de que no podría entrar, no me separé de la puerta.
— Te recuerdo que estás encerrado en el baño  — dejó de golpear la puerta. Con los golpes que había dado no me extrañaría nada que se hubiese hecho daño.
— Coge una botella del mini-bar — si lo que quería era que saliese por medios propios lo llevaba claro.
— Algún día tendrás que salir. Y yo estaré aquí. — Él lo había dicho “algún día”, no ahora.
— Puedo sobrevivir con agua y pasta de dientes —  aseguré temiendo que se hiciese realidad. Por un segundo miré la bañera y vi una posible cama. “Algo es algo”
— Eres un maldito bastardo — la voz de Castiel sonaba frustrada y furiosa. Me sentí tan realizado que incluso estaba feliz.
— Y tú un gilipollas pervertido —  Permanecimos en silencio unos instantes hasta que se relajó un poco. Aun así no abrí  la puerta.
— Oye, Nath… — comenzó de nuevo.
— ¿Qué?   pregunté, extrañado de que se hubiese tranquilizado tan rápido.

— Al menos mastúrbate pensando en mí; yo, como de costumbre, lo haré pensando en ti.
“¡Maldito íncubo!”
--- o ---
Tras una hora bañándome, tratando de mantener la mente en blanco (vamos, sin pensar en Castiel). Me puse el pijama y salí lentamente del cuarto de baño. Me asomé antes de hacerlo completamente. Las luces estaban todas apagados excepto una pequeña lámpara que procedía de donde estaba la cama.

Cuando me dirigí hasta ella vi a Castiel tumbado en la cama y me acerqué un poco más. Bien, estaba dormido. Eso sí, totalmente espatarrado, ocupaba todo el centro de la cama sin dejar a penas espacio.

“¿Dónde coño se supone que voy a dormir?”

Suspiré agotado, intenté hacerme un hueco y echarlo a un lado. Nada. No se movía ni un milímetro.
Acabé en el borde de la cama con cuidado de no caerme. Al menos no estaba despierto, eso era más que suficiente. Apagué la luz y me cubrí con las sábanas.

“Mañana será otro día, con suerte, no mucho peor”

10 comentarios:

Kimisu dijo...

*-* me encanto que mas decir xD me lo esperaba con ansias y a cada rato veia el blog! kiaa!!! castiel actua como un veradero seme >w<!!!!

Unknown dijo...

Yikes, ya era hora!
Pues que decir, que no haya dicho antes. Pobre Nath, para qué negarlo, el pobre xD
...¿quién se burló del BOLSO de Nath antes? ¿Eh? ¿Quién? Ay, Castiel, no subestimes el poder de los objetos diseñados por/para mujeres (¿?)

Yo ya veía a Nathaniel durmiendo la bañera y Castiel pegado a la puerta haciendo ruidos raros xDDD Nah, mejor. A ver cómo le despierta Castiel, yo no me fiaría ni un pelo (eso en caso de que se despierte antes que él, claro).

Me encanta ^^ ¿Si seguimos presionando subirías otro cap antes de que acabe la semana? ¿O el lunes como muy muy tarde? ¿Porfiiiis? <-mirada suplicante.

Unknown dijo...

Yo ubiera preferido dormir escondida, que junto a un pervertido que se pudo haver hecho el dormido xDDDD

Unknown dijo...

Me alegro de que os gustase!!! *___*
jjajajaja xDD
"la venganza de los bolsos de Nath" xDDD

Quizás Nath debería haber dormido en la bañera... jojojojojojo xd

Más caps?? .___. En serio quereis matarme XDDD
Me teneis explotada ;___;

Unknown dijo...

Tal vez suene raro pero woooww...!!! eres increiblee hahaha no paro de meterme al blog para ver cuando subes el nuevo cap :D
hahaha NO SON BOLSOS hahah pobre Nath :3

Hanahi y Sayuri dijo...

Eh, Nacu ya que nos diste no podemos pararlo!! Me ha encantado el cap y su inesperado/a bolso/maleta. Queremos más (o si no nos ponemos en huelga)

Yuuki~ dijo...

Me encantó ;_; sino cuelgas mas caps lloraré y gritaré como una posesa LOL

Unknown dijo...

*_____* waaa arigato~~
Sois un encanto (aunque me querais matar a escribir u__u)
xdDD

No llores Yuuki ;___; Ya subo uno... (no en serio, lo tengo listo, se lo paso a mi editora y a ver si el martes puedo subirlo lol)

Gemma de la Casa Lannister dijo...

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Haber cómo lo digo... ¡¡¡¡HE MUERTO ENTRE HEMORRAGIAS NASALES!!!! ¬¬ ¡Y POR TU CULPA! ¡¡¬¬!!
TODO ha sido genial, desternillante y apasionante *.* Lo del baño ha sido ya el shock-post-muerte xD
Este es el tipo de capítulos que te llevarán a la fama, pequeño saltamontes 8D

Unknown dijo...

*/////////////////////////////////////*
Aawwwwwwwww Gracias!!!! Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
Me siento realizada xDDDD

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