viernes, 18 de mayo de 2012

Capítulo 4 - A- "Todo por mi culpa"

Kyaaaaa por fin puedo subir este cap, me entretení mucho escribiéndolo, es bastante dramático la verdad, y seguro que más de una odia el final xDD ¿qué pasará? ñam ñam ñam Habrá que esperar, por que hasta que no me libre de los exámenes no se que va a pasar con mi vida, (eso si no muero en el intento xDD)
Aquí les dejo uno de mis caps favoritos ^-^, ya queda menos para "esos" caps que tanto esperáis algunas jujujuju.

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Capítulo 4, parte 1 "Todo por mi culpa"


Pensaba que no conseguiría dormir nada, pero el cansancio de la noche anterior me pudo y al final, caí dormido sobre la cama con la ropa puesta.

Al despertar tuve que correr una maratón para llegar a tiempo al instituto, afortunadamente me desperté antes que Ámber y pude entrar a ducharme antes de que mi hermana acaparase el baño.
Me llevé cerca de treinta minutos bajo el agua caliente. Mi cabeza estaba hecha un lío, por una parte me arrepentía por mi comportamiento pero, no sé, por otro lado me sentía tranquilo, como si hubiese hecho una tarea pendiente o algo por el estilo.

“Castiel”
“¡Mierda!” golpeé la pared de la ducha frustrado. ¿Por qué su nombre no dejaba de aparecer en mi cabeza? No podía olvidar la cara que puso cuando me miró, ¿en qué diantres estaba pensando? O mejor… ¿Cómo puedo seguir dándole vueltas?

En el instituto ninguno de los dos estaba por la labor de cruzarse con el otro, así que estuvimos evitándonos todo el día.
Nacu y Sunset vinieron a verme en algún momento, me aseguraron que la directora no se había enterado de modo que no habría problemas. En cierto modo me regañaron, pero la verdad es que agradecí que se preocupasen por mí.

Esta situación se alargó varios días, yo me encerraba en la sala de delegados e intentaba centrarme en mi trabajo, sabía que, si no me entretenía con algo, acabaría pesando en él.
Mi humor fue mejorando hasta regresar a su estado habitual. En diversas ocasiones volvieron a visitarme mis dos amigas ( y las únicas, lo cual era muy triste y extraño pues ambas eran amigas de Castiel al mismo tiempo) Su club había crecido bastante, ya tenía diez miembros y al menos quince afiliados. La verdad es que no me esperaba que tuviesen tanto éxito, quiero decir, ellas no eran el mejor ejemplo de sociabilidad pero de alguna forma habían creado un club lo suficiente interesante como para que tuviese popularidad (si, esto demuestra que el resto de los clubs no eran muy divertidos…)  Les pedí que me avisaran sobre las novelas policiacas y de detectives que se enterasen, por lo menos podía sacarle algo de provecho.

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Al cabo de cuatro días, parecía que todo había vuelto a la normalidad, aunque si os digo la verdad, aún intentaba  evitarlo todo lo que me era posible, me quedaba hasta tarde en el instituto para no verlo, bueno, yo ya me quedaba más tiempo pero quiero decir, aún más.
Ya había anochecido un poco cuando salí del instituto, me sentía nostálgico, absorto en mis pensamientos, a penas era consciente de lo que estaba a mí alrededor ni siquiera, por donde estaba yendo. Tan distraído estaba que choqué contra alguien.

-Perdone, no lo había visto…- me disculpe y levanté la mirada para ver contra quien había sido.
No me gusta juzgar a la gente por su apariencia, pero seguro que estos cuatro no venían de una biblioteca. Pelos teñidos, ropa más rota que entera, tatuajes, piercings …  Tenía que salir de allí, y rápido.

-Si me disculpan… - tarde, al intentar irme los cuatro me cortaron el paso.
-Vaya, vaya señorita, ¿con que no nos había visto? ¿Acaso somos tan poca cosa que no merecemos su atención? Y esa corbata… ¿Qué eres el chupaculos del profe?- rieron entre ellos y aunque me hubiese gustado contestar me callé, era lo más cauto - ¿Qué llevas en ese bolso? – sin darme cuenta a penas me arrebató mi BANDOLERA (no bolso) de un tirón, trate de recuperarla pero dos de ello me lo impidieron sujetándome por los brazos “igual solo quieren el dinero…” – Andaaa, que de papeles, ¿y esto?
Papeles… ¡Oh, mierda! ¡Ahí estaba la ficha de Castiel! Nombre, dirección… ¡Todo! ¡No podía dejar que se hiciesen con eso!

Me solté como pude y me abalancé sobre el tipo que sostenía mi maleta, no sé cómo, conseguí hacerme con ella y salir corriendo pero me alcanzaron. El primero que llegó hasta mí me agarró del brazo de tal forma que me hizo caer al suelo. Al menos pude lanzar la maleta hacia unos cubos de basura intentando que perdieran el interés en ella. De hecho, ahora el centro de atención era yo, en cierto modo me lo merecía por coger lo que no debía.

Apenas me dio tiempo a levantarme cuando uno de ellos me cogió del cuello sin dejarme respirar apenas.
-Te crees muy listo, ¿verdad niño de papa? Pues vamos a ver si sigues queriendo hacerte listo cuando acabemos contigo.
Me dio un puñetazo en el estómago con todas sus fuerzas, sentí como la sangre subía hasta mi boca. Caí al suelo tras el golpe pero de nuevo, dos de ellos me sostuvieron por los brazos mientras un tercero se dedicaba a golpearme.

Mi vista comenzaba a nublarse cuando el cuarto me agarró del pelo y me levantó la cabeza.
-¿Ahora no dices nada? ¿Sabes lo que más me gusta hacer? Destrozar a niñatos pijos como tú. - Entonces sacón de uno de sus bolsillos una pequeña navaja.
Iba a morir.
Tenía miedo, ganas de llorar, gritar… pero no lo hice, solamente pude cerrar los ojos.
                                                      
                                                                                                            
-¿No es un poco injusto cuatro contra uno? Hey, señorito delegado, no es propio de ti meterte en líos- Abrí mis ojos sobresaltado, esa voz, no podía ser, ¡Castiel! ¿Qué hacía aquí?
Su mano estaba sosteniendo el brazo de mi agresor, se lo dobló de tal manera que este tuvo que soltar la navaja de puro dolor.

He de admitir que una alegría inmensa me inundó cuando ví su cara, quien me lo iba a decir. Aunque por otro lado, deseaba que no estuviese allí, no quería que le hiciesen daño, y menos por mi culpa.
De un puñetazo le dislocó la mandíbula al tipo de la navaja, acto seguido lo estampó contra la pared de una patada. Sangraba, demasiado… fue impactante, incluso desagradable…

Pero aún quedaban tres y estábamos en clara desventaja. Los dos que me sujetaban corrieron hacia Castiel, y el tercero iba en camino sino fuese porque le corté el paso, tal y como estaba, no podía hacer mucho, pero quedarme quieto no estaba dentro de mis intenciones.

Le di un golpe en la cara y una patada, pero parecía que me había tocado una mole humana en vez de una persona, apenas tuvo que limpiarse un poco la sangre de la comisura de los labios para agarrarme del cuello y lanzarme contra una pared con una fuerza descomunal, sentí como impactaba mi espalda contra el muro, si alguna vez había sentido dolor, habían sido cosquillas en comparación a esto. Por si fuera poco, aquella mala bestia se acercó a mí y de un pisotón me destrozó la pierna.
-AAAAHHHHHH!!!!! – aquello era insoportable, las lágrimas se me saltaron solas.

Lo peor fue que, por culpa de mi grito, Castiel se giró hacia mí, y aunque ya se había librado de uno, el otro aprovechó su error para golpearle la cabeza. Cuando la mole humana acabó conmigo se dirigió hacia su amigo y entre ambos empezaron a golpear a Castiel. Le propiciaron tal cantidad de puñetazos y patadas que so conseguí entender como era capaz de mantenerse aún en pie. Tenía sangre por todas partes. Intenté levantarme pero no podía, me invadió un enorme sentimiento de impotencia. Fue entonces cuando miré mi pierna y vi en ella una gran cantidad de cristales incrustados. Mierda, la cosa empeoraba por momentos.
“Todo por mi culpa” lamenté para mis adentros. “Ojala no hubiese venido, si tan solo no hubiese aparecido…” Todas sus heridas, todo su dolor eran por mí, por mi estúpida imprudencia. 

Pero mi pesadilla no hizo más que comenzar. Mientras la bestia aquella sujetaba a Castiel que intentaba soltarse sin éxito, el otro buscó por el suelo lo que su anterior compañero había dejado caer; la navaja.
Mi cara reflejó entonces el más espantoso horror que os podáis imaginar. Intenté levantarme de nuevo pero era incapaz de mover la pierna, comencé a arrástrame pero apenas avanzaba. Cuando Castiel se dio cuenta cerró los ojos un momento, al volver a abrirlos me miró. Si no hubiese sido por la situación, aquella fue la expresión más hermosa y a la vez nostálgica que me había mostrado jamás, una profunda sonrisa, amable pero cargada de resignación y pena.

Sus ojos dejaron de mirarme para desafiar a su agresor, pero este no estaba dispuesto a dejarse intimidar y de un veloz movimiento, hizo un corte en su estómago, era superficial pero la sangre salía a gran velocidad. Acto seguido se preparó para el siguiente golpe, uno directo y profundo…

3 comentarios:

Gemma de la Casa Lannister dijo...

O_o...
Dame unos segundos que me recupere del shock...

Si es que Nath, quién te mandará meterte en tales líos... Has hecho que Castiel se tenga que meter para ayudarte, y al final el que lo va a pagar va a ser él... Ains, ese pelirrojo pervertido tiene buen corazón ^-^

¡¿Qué le ha pasado a Cast?! ¿Estará bien? Nyaaaa, quiero saber cómo sigue... Sí que odio el final, porque quiero saber qué les pasa a los dos... Nya.... xD

Unknown dijo...

jajajaja xDDD ya verás, el final será totalmente inesperado jujuju

Y aquí es donde se ve la vena sádica de las escritoras...parece que disfrutamos viendo sufrir a nuestros protas :)

Stella dijo...

TT_TT es la escena mas tierna y dolorosa al mismo tiempo

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