viernes, 18 de mayo de 2012

Capítulo 3 - "Interludio"

Lo admito, no me siento realmente orgullosa de este cap, pero bueno, es un tránsito. Está inspirado en el segundo capítulo del juego, por eso pierde originalidad ... (se supone que no debería decir esto xDD)
Por suerte evolucioné (como los pokemons xDD) y los siguientes serán mejores. 
Y sin más demora, aquí les dejo el 3 capítulo ^-^ 

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Capítulo 3- "Interludio"

Llegué al colegio medio muerto y  con unas ojeras que parecían de una semana. Más que una noche sin dormir, era como si me hubiese ido de fiesta y tuviese un resacón de tres pares de narices.
Me serví un café y me senté en una de las sillas, solo deseaba que fuese un día tranquilo…

*toc toc toc*

ARRGG sonaba como si tres bombas explotasen en mi cabeza…

-Nathaniel, buenos días, te traigo unos justificantes de parte de algunos profesores, ocúpate de ellos…- era la directora, esa oronda señora que “parecía” simpática- oh cielo ¿Qué te ha pasado?

“Que tu p*** madre en bragas se puso a tocar la trompeta ayer a las tres de la mañana no te jode…”

 -Nada, solo una mala noche-
-Ah bueno, pues descansa, hasta luego- para qué coño preguntaba si no lo importaba una mierda…

“Sin duda esta mañana mi humor apesta…”

Deje los justificantes a un lado y cogí el café yéndome a la mesa del fondo. De repente, el viento abrió la ventana, volcando los papeles y yo al intentar cogerlos acabé derramando el café sobre los documentos.
Corrí hacía la estantería a por un paño, pero cuando abrí una pila de folios precipitaron sobre mí.

“Hay días que es mejor no levantarse”

Intenté limpiar el estropicio como pude, fue inútil, afortunadamente eran unos impresos que tenía en el ordenador por lo que solo tenía que volver a sacarlos. Los de la estantería sí que tenía que ordenarlos, pero no tenía ganas así que los devolví a la repisa sin pensármelo demasiado.

Además si intentaba hacer algo más con el día que llevaba,  seguro que terminaba liándola….
Me senté de nuevo pero esta vez sin el café, cogí las faltas y les eché un ojo… “Castiel”

Mi día mejoraba por momentos.
Lo último que necesitaba era encontrarme con ese impresentable. Mi cabeza….
-¿Nath?
-Hola Nacu.
-Dios, parece que te ha pasado un camión por encima… una noche de marcha ¿no?
- Jajaja… algo de insomnio, perdona, ¿qué querías?
-Ehh si, verás es que para popularizar el club hemos hecho una lista de afiliados pero que no son realmente miembros, simplemente los tenemos informados de los últimos libros y eso, ¿te interesa?
- Sí, bueno, ¿Por qué no?
- Firma aquí- eché un vistazo a la lista; Iowa, Castiel…bien…
“Castiel”. Algo no funcionaba en mi cabeza. Rellené el formulario y se lo devolví. Cuanto menos lo viese mejor.

-Oye, ¿de verdad que estas bien? Si necesitas ayuda…
¿Recordáis las típicas series de dibujos, donde a los personajes cada vez que se les ocurría algo, les aparecía una bombilla sobre la cabeza? Pues más o menos eso fue lo que me paso.
-Si puedes me gustaría que me hicieses un favor, necesito que Castiel firme estas faltas- su nombre me quemó la garganta como si hubiese bebido ácido.
-Castiel… esto va a ser complicado…
-Si lo siento, pero realmente me ayudarías un montón- me sentía mal por usarla de marioneta, claro que quería evitar cualquier contacto con él… como fuese.
-Y por cierto, ¿Por qué las tiene que firmar él? Quiero decir, los alumnos no suelen firmar estas cosas…
-Si bueno, pero él vive solo y no tiene familiares cercanos así que se tiene que encargar de todo- de alguna forma sentí pena diciendo aquello, bah, solo tenía que recordar su cara de superioridad para que se me pasase el trance…

 -Ahmm, no lo sabía. Haré lo que pueda.
-Gracias
Volví a mi asiento y pensé en lo que había dicho, en verdad, por mucho que lo odiase, seguro que no era fácil vivir sin la familia, sin nadie en quien apoyarse… sin nadie que te anime… En el fondo era un sentimiento que yo mismo sentía.
No sé cuánto tiempo me quedé allí pensando, tampoco me importaba demasiado.
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-Nathaniel, Castiel no lo quiere firmar…
-Ya, eso me lo suponía, por favor sigue insistiendo.
Me iba a odiar después de esto, eso seguro. No tenía muchas esperanzas de que lo consiguiese, pero seguro que tenía más suerte que yo.
No pasaron ni diez minutos cuando volvió cada vez con peor cara.
-Dice que si eres un hombre, que vayas y se lo digas tú.
-Dile que si de verdad es un hombre que asuma sus…
-Bueno ya, ¿sabes? Yo no soy del anuncio de coca cola, así que si tenéis problemas de pareja los solucionáis entre nosotros, ya bastante tengo con la gilipollas de tu hermana. Así que aquí tienes, estoy cansada  de tratar con vuestros cambios hormonales.
Dejó los papeles sobre la mesa y se fue bastante cabreada. En cierto modo la entendía pero yo tampoco estaba de humor y esto, solo hizo aumentar mi enfado.

Nada más salir al pasillo lo vi a lo lejos viniendo hacía a mí. De nuevo la sangre me hirvió por dentro.
 -¡Tú! ¡Ya me estas tocando las narices!
-¡Mira por donde estamos igual! Deberías hacerte responsable de tus actos! ¡Estoy cansado de tener que ver tus estúpidas faltas!- mi corazón se aceleraba por momentos, la ira emanaba de mí de forma desenfrenada.
-Te voy a enseñar a no meterte en mis asuntos- me agarró la camisa pero me solté chocando así contra las taquillas, cortó mi vía de escape y volvió a agarrarme del cuello de la camisa haciendo que se soltasen algunos botones (“perfecto, esta noche me toca costura”). Puede parecer una locura pero por algún motivo me sentí realmente vivo.
De repente bajo la mirada y se sonrojó. No entendí nada ¿Qué diantres hacía? Solo consiguió enfadarme más.

-¡EH! ¿Pero que estáis haciendo?- entonces aparecieron Sunset y Nacu por la entrada del patio.
-Ustedes sois gilipollas, ¿Qué queréis que os expulsen?- gritó Sunset
-No entrometáis- Castiel parecía más exaltado de lo habitual
-Mirad, no sé qué cojones os pasa ahora pero esto tiene que acabar, Sunset ayúdame.
Entre las dos agarraron a Castiel que estaba a punto de golpearme, Nacu le sujeto el puño (aún no se con que fuerza) y mientras Sunset se lo llevó a rastras diciéndole que se relajara. Acto seguido Nacu se giró hacia mí.
-Deberías vestirte, no creo que quieras que te vean así por la calle- y señaló al suelo.  Después salió corriendo tras Sunset y Castiel, seguramente no se fiaba de lo que pudiese hacer este último, aunque fuese sin querer.

Al irse miré al suelo como me había indicado y vi mi corbata ¿Cómo había llegado allí?
La recogí y entré de nuevo en la sala de delegados. Nada más entrar me quedé perplejo ante la imagen que se reflejaba en el espejo.

Mis cabellos estaban ligeramente revueltos, mi rostro totalmente acalorado y rojo, mi camisa desabrochada hasta el torso y mi corbata perdida… era una imagen que jamás había visto de mí mismo, no sabía que podía lucir así, yo, siempre tan arreglado…
Espera, ¿Acaso fue esto por lo que se sonrojó Castiel?
No… no es posible… ¿lo es?

3 comentarios:

Ayla dijo...

JAJAJAJAJAJAJJAJA

“Que tu puta madre en bragas se puso a tocar la trompeta ayer a las tres de la mañana no te jode…”

JAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ looooll JAJAJAJAJ aún me estoy riendo XDXDXD me encanta Nathaniel así, se parece mucho a mi XD (yo habli muy mal también xD) voy volando a leer el siguiente cap *3*

Unknown dijo...

En el fondo creo que esa parte también es culpa mía, yo también soy así muchas veces xDDD desprecio total xDD

Stella dijo...

JAJAJA MORI CON LO DE TU P.... MADRE XD

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