LO SIENTOOO!!!! >o< pero esta semana ha sido la má ajetreada del verano e_e entre los dibujos, las quedadas, y cierto trio que estoy a punto de terminar para mi web ¬/////¬ se me ha echado el tiempo encima ;___; pero bueno!! al menos ya os traigo la reconciliación *-*!!! Que la disfruten!!!
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Me paralicé unos instantes al ver su
reacción, ¿qué planeaba hacer? Conociéndola, nada bueno seguro.
Salí corriendo tras ella para intentar
detenerla, pero fue poner un pie en el pasillo y todos los alumnos
salir de sus clases. Ella se movía sin problemas entre la multitud,
como si la gente se apartase a su paso. En cambio, yo tuve que
propinar varios empujones para que me dejaran pasar y, aún así, no
pude alcanzarla.
Al principio no supe muy bien lo que
pretendía; pero lo entendí todo cuando se paró enfrente de la
clase en la que yo debería haber estado una hora atrás.
“No será capaz de…”
Ocurrió en una milésima de segundo:
en cuanto el pelirrojo asomó la cabeza por la puerta Nacu le
propinó un puñetazo en toda la cara, tirándolo al suelo. Lo había
pillado totalmente desprevenido.
He de admitir que aunque no le hubiese
dado yo me sentí bastante aliviado. Se lo merecía por gilipollas.
Una sonrisa de satisfacción se me
dibujó en el rostro. Me hubiese gustado golpearlo yo, pero verlo en
el suelo con la nariz reventada no estaba mal.
Me giré con intención de irme de allí
antes de que un profesor apareciese o los alumnos formasen un
corrillo demasiado llamativo. Claro que Nacu no parecía pensar lo
mismo.
Se lanzó sobre Castiel con intención
de pegarle de nuevo y este, por su parte, parecía dispuesto a
empezar una pelea. Palidecí. Aquello no podía estar pasando, ¿acaso
quería matarlo?
Por fortuna, Sunset apareció desde el
interior de la clase, tratando de detenerla, pero su amiga no cesó
el ataque; de hecho, siguió como si tal cosa. Si Sunset se hubiese
agarrado a su puño, hubiese sido arrastrada con él.
Solo cuando apareció Lysandro pudieron
frenarla. Nunca había visto a nadie capaz de hacerle frente al
albino pero, en esta ocasión, Nacu no parecía ella misma. La cara
con la que miraba al pelirrojo teñido parecía la de un asesino a
punto de descuartizar a su presa. Podía entender que estuviese
enfadada; pero más que yo… Eso era demasiado.
Al final, Lysandro y Sunset
consiguieron arrastrarla hacia el patio para relajarla, dejando a
Castiel en el suelo con toda la cara llena de sangre. ¿Y ahora qué
hacía yo? Si lo dejaba ahí cualquier profesor podría verlo y
montar un follón. No es que quisiese ayudarlo, pero si no lo hacía
Nacu se metería en un lío.
Cogí al pelirrojo del brazo
rápidamente y comencé a subir las escaleras, sin mirarlo si quiera.
Lo dejaría en los baños de la tercera planta, allí casi nunca
había nadie.
Por alguna extraña razón no opuso
ningún tipo de resistencia cuando me lo llevé conmigo. No dijo
nada, no hizo nada, solo me siguió. Le abrí la puerta de los
servicios y le hice un gesto para que entrara. Me
obedeció. Vale, me estaba preocupando. Esto ya no era normal,
casi hubiera preferido que protestase o dijese algo.
Había pensado irme en cuanto lo dejase
allí pero su actitud me dejó clavado en el marco de la puerta sin
saber qué hacer. Igual era esa la oportunidad que estaba esperando….
-Castiel… - se me hizo un nudo en el
estomago al pronunciar su nombre - ¿Estás bien?
Oh dios… ¿En serio estaba diciendo
esto? Bien, Nathaniel, premio a la frase más estúpida del día.
Giré el rostro, abochornado. Si hubiese sido una situación normal
me habría mandado al carajo seguro. “Maldita sea” grité para
mis adentros. No era capaz de mirarlo, no era capaz de hablarle, no
podía... ¿Perdonarlo?
Antes de que pudiese reunir el valor
suficiente para enfrentarlo él ya se había enjuagado la cara y se
dirigía a la puerta con intención de salir. Cuando pasó junto a mí
acercó sus labios a los míos, murmurando algo.
“Gracias”
¿¡GRACIAS!? ¿Ya está? ¿No pensaba
decir nada más? Este tío era imbécil. Salí tras él y lo agarré
del brazo, obligándole a detenerse.
-Tenemos que hablar – le dije, aún
sosteniéndolo. Ahora estaba mosqueado pero por su indiferencia.
Sus cabellos rojizos le caían por
delante de los ojos, ocultándolos. Tenía el rostro ligeramente
ladeado, como si no quisiese mirarme. ¿Era el mismo Castiel de
siempre? Empezaba a dudarlo.
No le solté; pensaba seguir así hasta
que obtuviese un explicación de todo.
El muy imbécil permaneció inmóvil
unos minutos, hasta que finalmente se atrevió a mirarme. Jamás
olvidaré esos ojos. ¿Desde cuándo Castiel tenía ese tipo de
expresión?
Tras un intento de mirada de desprecio
se encontraban unas pupilas tristes y contrariadas. Me quedé
petrificado. No me gustaba, no quería verlo así. Pero, claro,
tampoco podía perdonarlo así por las buenas.
-Creo que tienes que explicarme algunas
cosas – le exigí, disimulando mi preocupación.
-¿A ti? ¿Por qué? – me desafió,
soltándose finalmente de mí. – No creo que te deba explicaciones
de mi vida.
- ¿Sabes, Castiel? Eres un gilipollas.
Quería hablar contigo, arreglar las cosas. Pero ahora me importa un
carajo. Si no es “asunto mío”, pues que te den. – si no
tuviese la nariz como la tenía, le hubiese propinado otro puñetazo.
¿Quién se creía que era? Si quería jugar a ser orgulloso no iba a
ser yo el que se arrastrase.
Puse rumbo a la escalera, para irme.
Pero, por culpa de mi torpeza habitual, uno de los escalones de
arriba me traicionó, haciéndome resbalar y caer sin remedio. No sé
muy bien qué pasó, sólo recuerdo que me cubrí el rostro con las
manos para evitar torcerme el cuello o algo.
Al retirar las
manos de la cara y ver que no me
había pasado nada, me encontré Castiel debajo de mí, sosteniéndome
con sus brazos. Tenía los ojos cerrados; no se movía.
El terror me inundó el cuerpo. Era
como estar cayendo desde el mismísimo Everest. Se me inundaron los
ojos de lágrimas solo de pensar que le había pasado algo otra
vez….
“… por mi culpa.”
Grité su nombre incontables veces,
pero no respondía. Lo zarandeé varias veces. Nada. Seguía sin
reaccionar. No pude contener las lágrimas, me acerqué a su pecho
para comprobar si respiraba. Decir que me relajé cuando lo escuché
respirar hubiese sido mentira, pues su pulso se notaba débil, como
un susurro apenas perceptible.
No podía seguir así, tenía que
llamar a alguien y conseguir ayuda. Me levanté corriendo pero, antes
de dar ni un solo paso, algo se agarró de mi pierna. La mano de
Castiel estaba débilmente agarrada al dobladillo de mi pantalón.
Me arrodillé rápidamente junto a él,
esperando que se moviese. Poco a poco fue abriendo los ojos; su
rostro lucía dolorido y se revolvía incómodo en el suelo. Le hice
un gesto para que no se moviese y le retiré los cabellos que tenía
delante de la cara para verlo mejor.
-Cada vez estoy más seguro de que
intentas matarme – su voz sonaba algo quebrada, pero aún así no
pude evitar sonreír como un estúpido al oírlo.
-No digas
tonterías, ¿te duele algo? – pregunté, preocupado. Con la
caída que se había dado no me extrañaría que se hubiese roto
algo.
-Já, no. Me acabo de caer por las
escaleras contigo encima, por si fuera poco, pero me encuentro
perfectamente. Estoy tirado en el suelo porque está fresquito ,¿no
te jode? – vale, si estaba sarcástico es que estaba bien, siempre.
Me reí un poco ante su comentario. A él, aunque intentase
disimularlo, también la había hecho gracia.
- ¿Puedes
levantarte?
-Si me das unos
minutos, sí.
Esperé junto a él a que empezase a
moverse y luego lo ayudé a levantarse. Quería llevarlo a la
enfermería para que lo viesen pero, como siempre, no quiso que nadie
se enterase. Tuve un triste déjà vu mientras lo cargaba.
El único sitio que se me ocurría era
una pequeña sala donde llevaba los archivos antiguos. Apenas nadie
pasaba por allí o sabía de su existencia siquiera.
Con cuidado fuimos caminando hasta
allí. En el camino no podía dejar de sentirme culpable. ¿Cuántas
veces iba a salir herido por mi culpa? Seguramente aún tendría la
cicatriz del costado.
Al llegar lo senté en un polvoriento
sofá que había en el fondo de la estancia y busqué un kit de
primeros auxilios. La verdad es que no le veía mucho uso, pero
prefería tenerlo cerca. Me senté a su lado y me puse a mirarlo.
(Sí, me quedé embobado, leches.)
-¿Cómo estás ahora? – pregunté,
ya más relajado después de haberlo visto moverse.
-Mejor, solo me molesta un poco la
espalda – contestó, haciendo pequeñas muecas de dolor al intentar
mover los hombros.
-¿Y la nariz? – me mordí el labio
al preguntar aquello; seguro que aún estaba enfadado por eso.
-Si no está rota es un milagro. Qué
tía más bestia, joder. – para mi sorpresa no parecía demasiado
molesto. Con la mano derecha se agarró la nariz y se la puso en su
sitio de nuevo, co un rápido movimiento. Soltó un pequeño quejido,
apenas audible, pero no parecía dolerle demasiado. Me atreví a
pensar que no era la primera vez que le pasaba.
-Gracias y … - suspiré confuso,
llevaba días queriendo hablar con él y ahora que lo tenía
delante... ¿Eué se suponía que tenía que decirle? – Esto…
Yo…
-Nath, no me tienes que dar
explicaciones por rechazarme. Cuanto menos me lo recuerdes, mejor.
Tengo mi orgullo, ¿sabes? – sus ojos se perdieron entonces en
algún rincón de la habitación, evitando mirarme. Recordé entonces
lo que me había dicho Nacu: Castiel se pensaba que lo había
rechazado completamente.
Vale, tenía que arreglarlo. El
problema era “cómo”. No me salían las palabras, mi mente
parecía un cuaderno en blanco. “Piensa, Nathaniel, piensa. ¿Qué
puedo hacer para explicárselo?”
Lo que ocurrió a continuación creo
que parecerá inverosímil. Tomar mucho café me sienta mal, pero no
tomarlo ya es una locura.
Me lancé sobre él, empujando su
cuerpo contra el sofá. No pensé en nada, no medité en absoluto,
tan solo agarré su rostro y deje caer mis labios sobre los suyos,
besándolos superficialmente. Al principio solo era un roce suave,
una caricia, pero mi legua parecía tomar la iniciativa por ella
sola. Se fue introduciendo en la boca de Castiel, saboreándola,
sintiéndola hasta que finalmente se convirtió en uno de los besos
más profundos que habíamos tenido.
Me separé de sus labios lo justo para
poder seguir, notando su aliento. Lo miré a los ojos, interrogante,
ansioso de que dijese algo, de que respondiera, aunque fuese para
quejarse.
-Nath… - dijo finalmente – ¿Tienes
cambios hormonales o yo me he golpeado tan fuerte la cabeza que estoy
alucinando?
- No sabía cómo decírtelo, así que
prefería demostrártelo. No te estaba rechazando, sólo es que… -
Me incorporé, quedándome sentado sobre él. Aún me daba vergüenza
reconocerlo. Vacilé uno instantes y proseguí – Estaba...
¿asustado? No sé, pero no me veía capaz de seguir más lejos.
Jamás he hecho eso con nadie.
Castiel se quedó callado, como si
estuviese pensado lo que yo acababa de decir. En un momento me
pareció ver que se sonrojaba, pero aparte de disimularlo muy bien la
mierda de luz que tenía la dichosa habitación era una maldita
bazofia y no se veía a penas.
Si antes lo había pillado por
sorpresa, ahora sería él el que iniciaría el ataque. Con una
presuntuosa sonrisa en el rostro, me agarró por la cintura,
volviendo a juntar nuestros cuerpos. Incapaz de levantarse
demasiado, empezó a mordisquearme la barbilla, hasta que fui
cediendo , poco a poco, acercándole mis labios.
Qué extraño, quién me iba a decir
que echaría tanto de menos sus besos, el roce sus dedos por mi piel,
el tacto de su cuerpo acalorado. Me reí de mi propia hipocresía,
lo quería y no era capaz de decírselo. Quizás algún día…
Pero por ahora quedaría sellado entre
labios.
Sus manos comenzaron a juguetear por mi
cuerpo, introduciéndose por dentro de mi ropa. Joder, este chico ni
incapaz de moverse era capaz de no pensar en meter mano.
Con resignación agarré sus muñecas,
alejándolas de mí e inmovilizándolo en el sofá. Pensareis que
estoy mal, pero me encantaba tenerlo así. (QuÉ mal suena…)
-Castiel… ¿tú me escuchas cuando
hablo? Te acabo de decir que no vayas tan rápido y tú vas y
empiezas a meterme mano. Debes tener un trastorno de hipersexualidad
porque, sino, no me lo explico – le solté las manos lentamente,
asegurándome de que no volvería a acosarme de nuevo, y me incorporé
– Además, tú aún me debes un explicación de algo.
-¿Yo? ¿De qué? – vencido, dejó
caer sus brazos por el sofá. Sus ojos me observaban desconcertados.
-De por qué te estabas besando con
Sunset en la azotea el otro día – no sé cómo reuní el coraje
para soltárselo a la cara de golpe, pero una ola de orgullo me
envolvió el cuerpo. Castiel, en cambio, se había quedado pálido,
sus ojos se habían abierto como platos. Claro, yo lo había visto a
él, pero él a mí no. Más le valía tener una buena excusa….
-¿Tú nos viste? – preguntó
mientras se llevaba las manos a la cabeza. Simplemente, me limité a
asentir – A ver, ¿si te digo que no tengo ninguna excusa te vale?
Torcí el rostro molesto. OBVIAMENTE,
no me valía. Yo me había sincerado con él, ahora era su turno y no
pensaba moverme hasta que se explicase.
-No tiene mucha historia en realidad.
Llevaba unos días insoportable desde lo del hotel, ni siquiera
Lysandro era capaz de aguantarme. Uno de esos días me fui a la
azotea y me encontré con Sunset Y, no sé cómo, pero me puse a
contárselo todo. – Hizo una pausa, con un suspiro cansado, y
prosiguió – Después de un rato hablando me perdí en mis
pensamientos. No conseguía sacarte de mi cabeza. Lo del beso, pues
se acercó, me besó y yo la besé. Punto. No significó nada si es
lo que quieres saber. De hecho, me sentí como si la hubiese
utilizado…
Clavó sus ojos en mí, esperando una
respuesta, pero yo aún estaba asimilando lo que me había dicho.
Quería creerle. Ciertamente, si tenía en cuenta lo impulsivos que
eran los dos esa escena podía ser perfectamente posible. No quise
darle más vueltas. ¿No significó nada? Con eso era suficiente para
mí.
-No es una gran
excusa, pero me vale. Ahora, ni se te ocurra hacer algo parecido –
a decir verdad aún estaba un poco molesto, pero bueno, creo que era
normal.
-¿Te estás
poniendo celoso? – inquirió, con un tono burlón sacándome
la lengua.
-No, pero como hagas algo así otra vez
Nacu no te dará un puñetazo, te cortará en trocitos con la Katana.
– ambos nos reímos al pensarlo. Aunque si yo fuese Castiel estaría
asustado.
Me quité de encima suyo y le tendí,
la mano para ayudarlo a levantarse.
-¿Ya nos vamos? –preguntó, casi
quejándose.
-Sí. A menos que quieras que saque el
parchís y nos pongamos a jugar aquí – una vez más, volvió a
reírse con mi comentario. Me agarró la mano y se levantó de golpe,
quedando a tan solo unos centímetros de mí.
- Y yo que pensaba que me habías
traído aquí para violarme mientras estaba herido... – susurró
mientras me mordisqueaba la oreja y me pegaba aún más a él.
-No me atribuyas cosas que harías tú.
– tuve que forcejear un poco para separarlo de mí (Qué tío más
pegajoso, joder…).
Al salir Castiel ya estaba bastante
mejor. Se le notaba un poco al andar, pero al menos ya podía mover
la espalda (más o menos). Nos dirigimos a las escaleras para volver
a las clases y, justo cuando íbamos a bajar,
vimos a Sunset, Nacu y Lysandro en el rellano de abajo, esperando.
El albino estaba como siempre, perdido
en su mundo, tarareando unos versos. Pero las otras dos… En cuanto
nos vieron una diabólica sonrisa se les dibujó en el rostro y
comenzaron a reírse como si fueran unas muñecas endemoniadas. Sin
esperarnos, bajaron las escaleras junto a Lysandro, que también
parecía estar riéndose disimuladamente.
Ambos nos quedamos de piedra. ¿A qué
había venido eso?
-Nath, - Castiel tenía el rostro
desencajado, como si hubiese visto un fantasma – esas dos están
empezando a asustarme. Te lo digo en serio, creo que somos sus
juguetes.
12 comentarios:
Nath! eres un patoso! xD Bueno, pero por tu patosidad se ha arreglado todo un poco xD. Ahora son pareja oficial???? Bueno, vayamos por partes (dijo Jack el destripador... perdón por la parida):
Nacu! Asesina! Haberme pedido ayuda, chica ¬¬
CAstiel... eso no vale como escusa! un poco más de imaginación "Pues... vi que tenía una mordedura de víbora en sus labios y le saqué el veneno" Éso sí, Castiel, éso sí.
Ainh! claro que sois juguetes! unos juguetes sexis y violables! (algunos se dejan más que otros ¬¬...) Bueno xD A tu Poks-acosadora le ha encantado. Un beso Nacu-chaan!
Por fin se han reconciliado *-* ya puedo morir en paz :3 me esperaba que Cast comenzara a violar a Nath, y que éste se deje, pero mi mente fujoshi tendrá que esperar ;______;
...
Retiro mi comentario del capítulo anterior de que seguro que Castiel tenía una buena razón para haber besado a Sunset...
¡Ahora soy yo la que quiere partirle la nariz a Castiel!
Peeeero le voy a perdonar la vida porque aún tiene mucha hipersexualidad que compartir con Nathaniel. Jujuju...
¡Ah, lo olvidaba!
Me ha encantado el capítulo ^^
asdkladña Mori ._.
-Cast esa noe s buena escucsa, si ubiese sido yo te cacheteo y luego te veolo Z: Okya#
-Buen cap, asdasda Necesitaba que se reconciliacen.
-Ya e estaba haciendo ilusiones de que nath iba a comenzar esta vez y no cast -Me entienden no? xD
JAJAJAJAJAJA La próxima vez te llamaré, cogemos las katanas no? xDD
SIIII Son mis juguetitos *¬* jugutitos pervers para hacer BL jojojojojo ¬/////////////¬
Gracias Poks >o< I love you XD
Un poquito tendré que esperar Yuuki~~ un poquito xD (spoiler ?) XDD
xDDD JAJAJAJAJA Oh Owen, me matas, me parece que o Castiel se foll* a Nath en condiciones o van a romperle otra vez la napia xD
xDD lol bueno... Nath empezará Natzumi.. algún día...xDDD
Nacu!! Qué quieres que corazon de melon viene se quede sin estos dos? Lo siento, pero no puedo permitírtelo. El pelirrojo me pertenece. Y a que viene eso del episodio con Sunset. ESTA vez te perdonaré como me llamo Sayuri, pero te estaré vigilando ¬¬ a propósito como quieres que te mate, veneno, cuchillo, avalancha de fans... Jaja mente diábolica en acción
Ves? Es así, no puedo remediarlo pero tu tambien tendrás que pasar esto verdad??
xDDD Siiii Castiel, tu y Nath estais en peligro "la fánatica del yaoi ha hablado"
PDA: "Poker face" Puedes con Castiel??? Bueno nunca se debe desperdiciar la fuerza de alguien que un poco más y nos mata a Nathaniel de un infarto
._________. OMG Lys, Leigh portegedme D : Me quieren matar!!!!
(Sí xD son mis guardaespaldas ¬//////¬)
OMG Nath? XD el pobre, se mete en los lios sin saberlo lol XDDDD jajajajaja
P.D.: JOJOJO Yo siempre he sido muy fuerte *sonrisa confiada* aparte no soporto ver llorar a MI uke, ¬__¬ si, es mio, y Castiel mi seme *¬* adoro utilizarlos ¬///////////¬
Si a mí me dicen "Gracias" después de todo eso, le vuelvo a romper la nariz ¬¬
"Estoy tirado en el suelo porque está fresquito"... Decir que me has matado es poco xDDD Me ha recordado a mi perra, que se pasa el día tumbada en el suelo... Porque está fresquito xDDD
"Pero por ahora quedaría sellado entre labios" Ya... ¿Entre qué labios, Nath, los suyos, los tuyos o entre los de ambos? xD
Bueno, hay que admitir que el muchacho no tenía ninguna excusa y al menos ha sido franco xD ¿No podía haber dicho por despecho? Eso suele funcionar ._.
... Castiel lo ha comprendido todo: Están siendo manejados por el universo, todo lo que hacen es previsible y sus movimientos intencionados por las controladoras Ô_Ô Son marionetas del sistema xD
JAJAJAJAJAJA SE lo merecería, vamos juntas? xD
lol Habrá que probar a tirarse en el suelo? igual está fresquito xD
Por ahora en los suyos ¬//////¬ por ahora...
Quien sabe, Castiel es como las chicas, no hay quien lo entienda lol jajajaja xD
MIS MARIONETAS JUAS JUAS JUAS ¬//////////¬ juguemos con ellas!!
En la madrugada me han mandado el link de tu fanfic, me lo comí hasta el cap 7 y recién terminé con los otros dos, mai gad, que cosa mas hermosa he leído, me ha encantado completamente tu fanfic *O* necesito MOAR! cada cuanto actualizas para revisar *u*?
PD: te amo, cásate conmigo(?) xDD
Saludos~ :V !
*¬* hace mucho que no lo leiaa!! amo los capitulos que has subidoo!!! por tu culpa me estoy volviendo una fan de BL u////u
aaaaa yo tambien quiero golpear al baka de Castiel que escusa tan mas torpee!!! bueno ''escusa'' aaaa demo aaa los amo aun asi a los dos hahaha xD y tambien amo a Lysandro xD
Arigato Nacu-chan xD
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